Dos estudiantes de Derecho viajan a Nueva York para participar en un Debate Modelo de Naciones Unidas en representación de la UVa
Alonso Jiménez Jiménez y Marcos Rincón Martínez, ambos estudiantes de doble grado de ADE y Derecho y del grado de Derecho, respectivamente, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid, han regresado recientemente de Nueva York tras representar a la UVa en un Debate Modelo de Naciones Unidas, en el que han participado mil estudiantes de todo el mundo, en donde simularon el trabajo real de las delegaciones de países que participan habitualmente en los distintos comités de Naciones Unidas. A la delegación de la Universidad de Valladolid se les asignó representar la postura de Finlandia para frenar la brecha digital en el contexto de la cuarta revolución industrial, dentro del Comité de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Para la puesta en escena de su debate, que se desarrolló del 20 al 23 de marzo, necesitaron dos meses de preparación para poder defender la postura de país escandinavo. Pero antes, desde el día que se inició el proceso, el 20 de enero, contaron con una formación que recibieron de la organización, la Asociación Diplomática Italiana, una academia profesional en donde se forman, y desarrollan varios debates a lo largo del año: Roma, París, Singapur, Nueva York y Abu Dhabi. Diplomacia, oratoria, idiomas, investigación jurídica y económica-técnica son algunas de las materias que tienen que manejar muy bien para poder desarrollar su papel como delegados de las Naciones Unidas. Pero no queda ahí, porque, como explica Alonso Jiménez, tienen que tener un conocimiento profundo sobre la perspectiva económica y el contexto actual “porque tienes que comportarte como lo haría ese país, en nuestro caso Finlandia, en el momento actual. Hay que hablar de todo, porque no es un debate normal que fijas una postura sobre algo en concreto y utilizas unas herramientas”. Y por esta razón, también buscaron el apoyo y el saber del profesorado de Derecho Internacional de la UVa.
Cuenta cómo ha sido posible esta aventura, que ha podido materializarse gracias al apoyo financiero del Vicerrectorado de Estudiantes y el decanato de la Facultad de Derecho: “En nuestro caso, nos reclutó un embajador de la organización, Rodrigo Díaz Martín, al que conocíamos ya que fue estudiante de Derecho de la UVa”. Pero matiza que cualquier estudiante puede participar de manera individual, aunque tras inscribirse debe superar una serie de pruebas y contar con unos requisitos. Sin embargo, a ellos no les hizo falta, ya que accedieron de forma directa como representantes de la Universidad de Valladolid.
El conocimiento que llevaron del país al que representan fue muy profundo. En su caso tuvieron que tomar nota de la participación de Finlandia con el Consejo Europeo y el apoyo de Estados Unidos y otros delegados en un proyecto de resolución para frenar esa brecha digital, dotándolo con un fondo de un millón de euros para esos países en vías de desarrollo. Aunque no fue una resolución oficial, es decir, no está publicada por Naciones Unidos, sí es un borrador que ha servido de inspiración para los estudiantes.
Su inquietud por vivir una experiencia internacional fue uno de los motivos que los animó a lanzarse a este tipo de debate, que son bastante diferentes a otros en los que han participado, ya que ambos formaron parte del equipo ganador de la Liga de Debate Universitario de la UVa y consiguieron un quinto puesto en el Torneo Nacional de Debate Económico, colocando a la UVa por primera vez desde hace muchos años en la fase final.
Opina que el país al que tuvieron que representar no tenía un peso tan relevante, por lo que dice que “nos hubiéramos lucido mucho más si hubiese sido otro”. Sin embargo, vienen contentos de vivir una experiencia con tantos estudiantes procedentes de todo el mundo, aunque echaron de menos la presencia de más españoles. “En nuestro comité sólo había cinco españoles, y en total, en todos los comités, me atrevo a decir que no había más de veinte frente a la alta participación de países anglosajones y centroeuropeos, aunque también había mucho italiano, ya que los organizadores son de este país”. En su opinión “el alumnado universitario español no tiene tan integrado la participación en este tipo de actividades como el de otros países”. Sin embargo, a su juicio, esta experiencia “es un valor añadido”. “Nuestra educación es muy exigente, muy teórica. Los españoles salimos muy preparados, y eso nos lo reconocen en cualquier sitio, pero hay que aplicar un poco más”.
