La Universidad de Valladolid participa en un nuevo Plan Complementario sobre energía e hidrógeno verde
La Universidad de Valladolid participa en el proyecto H2MetAmo a través de los grupos liderados por los catedráticos Juan A. Casares González (Instituto Universitario CINQUIMA) y César R. Chamorro Camarón (del Departamento de Ingeniería Energética y Fluidomecánica y grupo de investigación Termocal). El proyecto H2MetAmo ‘Tecnologías, materiales y procesos para producción a pequeña escala de portadores de hidrógeno renovable (metano y amoniaco) para un aprovechamiento distribuido’ ha sido seleccionado por el Gobierno de España para formar parte de la iniciativa de I+D Planes Complementarios incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El objetivo de este proyecto, liderado por la Universidad de Burgos, es la investigación en tecnologías, materiales y procesos que permitan la fabricación de portadores de hidrógeno a partir de hidrógeno verde. La forma de hacerlo será mediante el diseño de pequeñas plantas modulares que permitan el desarrollo de una economía distribuida, en contraposición con las grandes plantas de producción para evitar los problemas que conlleva la dependencia de grandes infraestructuras.
En el proyecto participan las cuatro universidades públicas de Castilla y León y dos centros tecnológicos (CIDAUT y CARTIF) y tiene un presupuesto total de 2,7 millones de euros, de los que el 35% lo aporta la Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Educación. Cuenta también con la colaboración de la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno y de empresas del sector, entre las que destaca Hiperbaric.
El amoniaco es un producto de gran consumo a escala industrial, cuya fabricación requiere enormes cantidades de energía y de hidrógeno. La irrupción del “hidrógeno verde” como forma de almacenamiento local de energía renovable abre una ventana de oportunidad para acercar la fabricación de amoniaco a sus usuarios finales.
El proyecto explora el posible cambio de escala en las tecnologías de fabricación de amoniaco y de transformación de CO2 mediante el diseño de pequeñas plantas modulares que permitan el desarrollo de una economía distribuida. Por otra parte, la transformación reversible de hidrógeno en amoniaco o en derivados de CO2 (principalmente metano y metanol) facilita su almacenamiento y transporte, que es una de las principales dificultades que ha de resolver el uso del “hidrógeno verde”. Estas tecnologías requieren el desarrollo de nuevos catalizadores capaces de facilitar esas transformaciones químicas en condiciones sostenibles tanto desde un punto de vista energético como económico.
Las actuaciones de este proyecto se integran en el resto de las acciones ya acordadas en el marco de la «energía y el hidrógeno», y se desarrollarán de forma coordinada con otras ocho Comunidades Autónomas (País Vasco, Principado de Asturias, Aragón, Castilla‐La Mancha, Canarias, Comunidad Foral de Navarra, Extremadura y Comunidad de Madrid) y con el CSIC, complementado otros aspectos vinculados a la generación o aprovechamiento del hidrógeno.