Los estudiantes que eligen el Grado de Historia del Arte lo hacen en primera opción porque “es muy vocacional”
Con motivo del Día Mundial del Arte, que se celebre este lunes 15 de abril, los estudiantes de cuarto curso del Grado de Historia del Arte han preparado una serie de actividades en la Facultad de Filosofía y Letras, centro de la Universidad de Valladolid en el que se imparte esta titulación. Hemos conversado con Luis Vasallo, profesor titular y coordinador del grado, quien ha explicado la situación del grado y sus “desconocidas” salidas profesionales en el mercado laboral, al que cada año salen de la UVa en torno a veinte nuevos titulados.
De los casi 170 titulados que hace 30 años iniciaban esta carrera universitaria, “algo inconcebible”, según explica, en una titulación de estas características, en estos momentos inician estos estudios entre treinta y cinco y cuarenta nuevos alumnos cada año. El grado de abandono es por tanto muy similar al resto de carreras universitarias, y habitualmente es una carrera que se elige en primera opción porque es una titulación “muy vocacional”. Quienes cada año la eligen, lo hacen sobre todo porque “les gusta mucho el arte”.
A diferencia que puede pasar en otras carreras, la elección de este grado no está influida “por lo que le dicen sus padres”, sino realmente porque quieren hacerla. “Nosotros siempre les decimos cuando llegan que tienen que tener iniciativa, ganas y voluntad, y con eso siempre saldrán adelante”, señala el coordinador. “Hemos tenido que oír muchas veces cuando llegan lo que han tenido que luchar muchos de ellos para que sus padres les dejasen hacer esta carrera-explica-, es más, algunos que vienen ya de mayores e incluso jubilados confiesan que querían haberla hecho pero por presiones familiares se decantaron por otras y ahora están haciendo lo que les gusta”. La lucha también en algunas ocasiones es contra los propios orientadores de los institutos que les desaconsejaban esta opción. Y Luis Vasallo cuenta su propia experiencia personal, quien también tuvo que mantenerse firme para poder iniciar una titulación que le apasionaba “Mis padres me presionaron para que hicieran Derecho”, confiesa. El resultado, sin embargo, ha sido positivo.
Cuenta que el plan de estudios se ha modificado bastante con respecto al que desarrolló él. Asignaturas como “ejercicio profesional de la historia del arte”, incorporada el pasado año con la última reforma universitaria o “mercado del arte” facilitan el contacto de estos estudiantes con las nuevas salidas profesionales. También se imparte una asignatura de “nuevas tecnologías”, sobre todo tratamiento de bases de datos, diseño, páginas web, etc, además de “nuevas tendencias en el arte”, implantada en la reforma de Bolonia. “Pertenecemos a un departamento muy tradicional en la que estudiamos la historia de Berruguete o Juan de Juni, entre otros, pero se echaba de menos el arte contemporáneo y las nuevas tendencias del arte”, recalca. Aparte de la formación teórica, en todas las asignaturas, tienen formación de campo, es decir, visitas a instituciones o fundaciones públicas o privadas que trabajan con el patrimonio. Les abren nuevas perspectivas, que se combinan con una asignatura optativa “prácticas de empresa”, y la mitad de los estudiantes optan a ellas, que por lo general “están muy bien valoradas”. Y un último campo es el de las prácticas Erasmus, gracias a ellas los estudiantes del grado pueden conocer de cerca países como Italia, preferentemente, una de las cunas del arte en Europa.
Salidas profesionales.
En cuanto a las salidas laborales, Luis Vasallo explica que hacen un seguimiento de sus estudiantes cuando finalizan el grado, y aclara que normalmente se dedican a la docencia, aunque también son muchos los que acaban trabajando en museos y archivos. Lo que han notado es que actualmente hay más facilidades para incorporarse mediante oposición a este tipo de instituciones, ya que se han incrementado el número de plazas y la administración facilita mediante cursos de formación su acceso. De hecho, la vía de la oposición era una opción que casi antes no se contemplaba y, sin embargo, en estos momentos la administración está tan falta de trabajadores que cubran las plazas que ofertan que están dando muchas facilidades para que estos titulados puedan decantarse por esta salida laboral. “Por ejemplo, de cuarenta plazas que salen de conservadores de museos o de archiveros tan sólo se cubren dieciocho o veinte, no más”. Las oposiciones son duras pero es una oportunidad muy interesante actualmente. Luis Vasallo da un dato para conocer esta situación: “cuando yo acabé la titulación tan sólo salían seis plazas para museos estatales, mientras que ahora rondan las cuarenta todos los años, a las que hay que sumar las que convocan las comunidades autónomas”.
La escasez de trabajadores también es la tónica en los archivos, por esta razón el Ministerio de Cultura ha puesto en marcha el pasado año un programa denominado TánDEM, con el que están formando en materia de archivos, para cubrir las ocho plazas que cada archivo estatal convoca, entre los que están los archivos de Valladolid de Simancas y Real Chancillería. Este programa de formación selecciona en cada archivo a sus estudiantes mediante expediente académico y les prepara a lo largo de ocho meses, un aprendizaje que lleva acompañado de una remuneración económica durante este tiempo. Un dato que resulta de interés es que de los ocho seleccionados para esta formación en Chancillería han aprobado tres en la última convocatoria.
En esta línea, Luis Vasallo explica que hay una asignatura nueva que se ha puesto en marcha este pasado año con la reforma universitaria, denominada “ejercicio profesional de la historia del arte”, demandada desde hace mucho tiempo por los estudiantes, con la que han podido visitar los archivos, museos, galerías de arte, administración, entre otros lugares. Gracias a ella, han podido conocer por ejemplo el programa TánDEM, y de hecho, ya hay alumnos que se han solicitado ingresar en él.
“Ya tenemos alumnos que han terminado hace dos o tres años y están trabajando en algunos de estos lugares. Por ejemplo, tenemos dos que están actualmente en el Museo de Escultura”, explica satisfecho Vasallo. Los trabajos que desarrollan en estos lugares son variados, pero recuerda el caso de un alumno que terminó la carrera hace tres años y ha conseguido sacarse la oposición en año y medio y ya se encuentra trabajando como ayudante del Museo de Escultura, cuyo trabajo es la catalogación e inventariado de las obras de arte. “Cuando llevé a mis alumnos de cuarto y hablaron con él, eso les motivó mucho, porque conocieron el trabajo que desarrollaba en el museo y pudieron ver que un alumno que se ha graduado recientemente está trabajando en lo suyo” “creo que esto es muy motivador para ellos”, concluye.
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