“¿Puede haber jornada de reflexión en Redes Sociales cuando el debate sigue abierto y la gente tiene todo el derecho a seguir hablando y comentando?”
Este es uno de los temas sobre los que la profesora de Periodismo María Díez Garrido reflexiona en esta entrevista, ante el uso de las RR.SS. como canal prioritario de los partidos políticos en las campañas electorales.
Los partidos políticos invirtieron en las cuatro campañas electorales de 2019, 2,3 millones de euros en anuncios de Facebook, cifras que siguen aumentando en los siguientes comicios, ya que el uso de las redes permiten a los partidos políticos trasladar su mensaje de forma más directa a su público objetivo, gracias a los algoritmos tecnológicos y al big data.
La segmentación de datos es uno de los caballos de batalla en el uso de las redes en campañas electorales, especialmente tras el escándalo de Cambridge Analytica provocado por el uso no autorizado de datos de 87 millones de usuarios de Facebook con el que se intentó influir en las elecciones presidenciales de EE.UU. de 2016 (Donald Trump/ Hillary Clinton).
En España este tema provocó que en 2019 el Tribunal Constitucional declarara nulo (dos meses después de su aprobación), un artículo de la Ley del Régimen Electoral General que permitía a los partidos políticos en campaña electoral recabar datos personales relativos a opiniones políticas, lo que chocaba con la Ley de Protección de Datos, que prohíbe el tratamiento de datos sensibles cuya finalidad principal sea identificar, entre otras, la ideología de las personas. El acceso a estos datos no sólo vulnera diversos preceptos constitucionales, tal y como señalaba el Defensor del Pueblo en el Recurso de inconstitucionalidad que dio pie a la sentencia, sino que facilita la manipulación de los votantes de cada perfil con más desinformación y fakenews.
A este debate del uso de las redes sociales en campaña, se suman otros como, por ejemplo, ¿Qué hacer con la jornada de reflexión si Internet no se apaga? ¿Quién debe `vigilar´ los mensajes que se emiten?
Sobre todo ello hablamos con la profesora de periodismo de la Universidad de Valladolid, María Díez Garrido, autora de numerosas publicaciones, entre otras, “La campaña por mensajería instantánea: uso de los partidos de WhatsApp y Telegram en las elecciones del 28ª”.
-¿Cómo han cambiado las campañas electorales con las redes sociales?
El cambio lleva gestándose desde hace tiempo, aunque el boom fuerte se produjo cuando llegaron Ciudadanos y Podemos como partidos emergentes, consolidándose después la tendencia. Lo cierto es que ha evolucionado mucho, tanto por el incremento de usuarios en redes, el uso que hacen los partidos políticos de las RR.SS., como por el clima de polarización y desinformación que hay en estas. En principio se utilizaron como un apoyo a la campaña electoral, pero desde las elecciones de 2019 se han convertido en una de las partes esenciales de la campaña, y esto es lo que ha ido cambiando en la última década.
-Son campañas que con menos presupuesto permiten a los partidos políticos llegar más directamente a un perfil muy determinado de público. ¿De qué forma puede condicionar esto el voto a los ciudadanos?
Muchísimo. Lo que hacen las redes sociales que no hace la televisión, o los medios tradicionales, es microsegmentar. Obviamente los medios tradicionales tienen cada uno su público objetivo, pero las redes sociales los selecciona en una proporción más ajustada lo que lleva a una cuestión, el filtro burbuja, una tendencia que existe en Internet por la que cada uno vemos en nuestras redes sociales aquellas informaciones y mensajes que más contribuyen a reforzar nuestras ideas. Al final vemos lo que nos gusta, lo que nos convence, no vemos cuestiones más plurales, sino las que refuerzan nuestras ideas, y esto es lo que lleva a la polarización y lo que conduce a que estemos en nuestra propia burbuja y que no veamos más allá. Esta cuestión es bastante peligrosa porque al final hace que nos quedemos sólo con aquello que refuerza nuestras opiniones.
-¿Esto puede llevar a un deterioro democrático?
Sí de hecho hay estudios que dicen que esta polarización y esta desinformación en Internet es peligrosa para la democracia. Hay grupos radicales que se dedican a incrementar esta desinformación para dañar a la democracia y a esa pluralidad necesaria de los medios, que tampoco se cumple siempre en los tradicionales, pero desde luego, Internet lo facilita más, porque no hay un control tan férreo como ocurre en otras plataformas.
-¿Cómo puede influir esto en el público que se informa sobre todo a través de las redes sociales, como son los jóvenes?
Es cierto que el público joven no está tanto en los medios tradicionales y sí en redes sociales, por eso cuando hay un debate poco sosegado y tolerante, repercute de forma negativa. Tal vez los jóvenes necesitan esa alfabetización mediática de la que se habla para que entiendan los peligros que hay en la red en un momento en el que son más vulnerables, y esto les haga leer mejor los mensajes en redes sociales para que sean más conscientes de los peligros que entraña.
-Una de las técnicas que utilizan algunos partidos es exacerbar al público contrario para agitar las redes sociales y generar respuestas.
Sí hay bastantes estudios que han analizado el tipo de mensajes que lanza, sobre todo, la derecha radical populista y que lo que hacen es radicalizar el recurso, atacan mucho y eso lo que provoca es que hablen de ellos. Porque también está demostrado que los mensajes más radicales, son más virales, y también la información falsa, incluso cuando se corrige. Esto es muy peligroso porque la información que llega es la más radical y parece que todo el debate es así. Esto ha provocado un tipo de discurso, como digo más radical, que se está replicando en muchas candidaturas, que tiende a la confrontación y desde luego a un debate poco sosegado.
- ¿Habría que regular más el uso de redes en campaña electoral, no delegar tanto el control en empresas privadas, y como se conjuga esto con el derecho a la libertad de expresión?
Es muy complicado. Por un lado, la responsabilidad que tienen las grandes compañías como pueden ser Twitter, Facebook (Meta) de control de todo esto a las se les pide que sean transparentes con los algoritmos que utilizan, que se sepa cómo funcionan. Pero, por otro lado, también es verdad que hay que tener mucho cuidado porque no queremos limitar la libertad de expresión. Ahí estamos todos de acuerdo en que es un peligro cuando vigilamos el discurso, por eso hay que controlar las partes que podemos y que debemos.
Es verdad, que además la Ley está un poco atrasada, algunas partes se deberían adaptar, por ejemplo, el hecho de que los partidos políticos no puedan publicar durante ciertos días encuestas es un poco absurdo, cuando hoy en día lo que ocurre es que desde otras cuentas de redes sociales ubicadas en Andorra, están publicando los sondeos y eso les llega a los ciudadanos igual, entonces tenemos que avanzar en ese sentido. O el tema de la jornada de reflexión, realmente ¿puede haber reflexión durante esa jornada en redes sociales cuando el debate sigue abierto y la gente tiene todo el derecho a seguir hablando y comentando? Pero al mismo tiempo, ¿hasta qué punto esos mensajes son responsabilidad de partidos, afiliados…,? Entonces la jornada de reflexión es otro tema sobre el que debería reflexionarse, valga la redundancia.
-Tampoco cierran Telegram o Washap donde aún es más difícil controlar los mensajes.
-Exacto, al final los canales oficiales de los partidos políticos son bastante cumplidores en este sentido, sobre todo, durante la jornada de reflexión porque esto está más o menos controlado. Pero luego existen grupos abiertos, canales tanto en Washap como en Telegram donde se meten simpatizantes de partidos políticos o de tendencias ideológicas, que es casi imposible de controlar porque son grupos cerrados y ahí existen afilados que lanzan mensajes a veces manipuladores, falsos, otras veces no, pero que son mensajes políticos.
-¿Qué impacto tiene la Inteligencia Artificial en todo esto?
Desde hace unos años ya se ve como la Inteligencia Artificial (IA) está sirviendo para crear mensajes falsos, con una apariencia muy real que es lo más peligroso. Por supuesto, hay partidos, personas o medios que lanzan mensajes manipulados que normalmente podemos desmentir de forma sencilla. Pero cuando te llega un video de una persona que con la misma voz está diciendo cosas que son mentira, cualquiera se lo puede creer, parece real. Ese es el nuevo peligro, que la IA puede hacer que los mensajes parezcan muy reales hasta para las personas que estamos muy acostumbradas a identificar la información falsa. Tenemos que ver hasta qué punto podemos controlar eso y encontrar las formas de impedir que esto se extienda, ver cómo se puede desmentir de forma ágil y sencilla y sobre todo que los ciudadanos estén alerta y cuando les llegue algo que les parezca sospechoso comprueben si es real. Y esto se consigue con alfabetización mediática.
-Como profesora de Periodismo, ¿Cree que los estudiantes son conscientes de la manipulación en las redes, especialmente en campaña?
Como profesora me da el pálpito, primero, de que están muy desencantados con todo. Es verdad que los alumnos de Periodismo lo van viendo a lo largo de la carrera y están más o menos alerta de estos peligros, pero todo esto lleva a los jóvenes a no creer, son muy incrédulos con todos los políticos y no se fían, y esto les lleva a este desencanto. Es verdad que estos estudiantes están muy concienciados sobre redes sociales y la comunicación, tal vez en otra área sea distinto.
-¿Cómo perciben ellos la llegada de políticos a redes dirigidas a jóvenes como TikTok o Instagram? ¿Cómo una invasión, con risas…?
Yo creo que dependen como lo hagan, hay políticos que se les da mejor o líderes concretos, pero en general creo que ven con humor ver a los boomers en estas redes (risas). Y también creo que agradecen que intenten acercarse a ellos, que estén pendientes de sus problemas, de sentirse escuchados, así que el hecho de que se trasladen a Tiktok lo ven con humor, pero supongo que también como un paso para acercarse a ellos.
-¿Que recomendaciones daría a los partidos políticos para realizar las campaña en redes sociales?
La recomendación más básica es que traten de no manipular. Entendemos que en la campaña electoral todos hacen un esfuerzo por captar votantes, pero es verdad, que en Internet se pueden lanzar mensajes un poco ambiguos, entre la verdad y la mentira, que es lo que hay que evitar y lo que puede llevar a esa polarización. Yo recomiendo ese debate sosegado que puede parecer aburrido, pero tampoco un líder tiene que ser necesariamente divertido y llamar la atención, lo que tiene que lanzar son mensajes acordes a su programa. Evitar cosas a lo mejor ridículas que al final se vuelven muy virales pero que pueden ser negativas, porque provocan la burla. Siempre que podamos, pensar dos veces el tipo de mensajes que queremos enviar.
“La campaña por mensajería instantánea: uso de los partidos de WhatsApp y Telegram en las elecciones del 28ª”. Cano Oron, Lorena; Diez Garrido, Maria; Renedo Farpon, Cristina; GarciaUll, Francisco José. Capítulo del libro “Redes en campaña”, 2021. Páginas 193 - 214. ISBN 8417600612. ISBN 139788417600617.

