Un equipo de investigadores de Ingenierías Industriales trabaja en el desarrollo de robots autónomos para facilitar la autonomía de las personas mayores y/o dependientes en el hogar
Un equipo de investigación de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UVa trabaja en el desarrollo de distintos prototipos de robots para facilitar la autonomía de las personas mayores y personas dependientes en sus domicilios. El proyecto EIAROB- Ecosistema de Inteligencia Ambiental para el apoyo de los cuidados en el hogar mediante el uso de robots sociales-, está financiado por la Consejería de Familia y Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León con fondos Next Generation, y cuenta con la colaboración del centro tecnológico Cartif, y de las Fundaciones Intras y Asprodes dedicadas al cuidado de personas mayores dependientes con deterioro físico y cognitivo de personas con enfermedades mentales.
Para desarrollar el proyecto, el equipo de investigación, dirigido por el investigador y profesor de la UVa Eduardo Zalama, trabaja en torno a tres ejes estratégicos. El primero consiste en desplegar 15 robots en 60 domicilios de Castilla y León hasta mediados de 2025. El objetivo es que el robot funcione de forma autónoma en las casas, pudiendo desplazarse de un sitio a otro y que proporcione información sobre el estado y la actividad de la persona, a través de una serie de sensores instalados en el domicilio y en el propio robot.
“Los sensores se comunican a través de un miniordenador con el robot que podrá elaborar con esa información, los patrones de comportamiento en ese domicilio utilizando la inteligencia artificial. Por ejemplo, podrá saber cómo duerme la persona, si se alimenta correctamente, cuánto tiempo ve la televisión, si deambula por las noches, si se ha caído... También le estamos programando para que, si no detecta actividad y sabe que el usuario no ha salido, haga una ruta por la casa y trate de localizarle. Si detecta alguna de estas situaciones, el robot da el primer nivel de asistencia tratando de verificar cómo se encuentra. Para ello preguntará al residente si se encuentra bien, si no es así, o no hay respuesta, notificará al cuidador la situación”, explica Zalama.
El cuidador se conecta ante un mapa donde ve los domicilios en los que están los robots, y realiza además de esta labor de control, otras funciones, como programar la agenda para la persona (recordar citas médicas, la lista de la compra, toma de medicamentos...). El robot ofrece también la posibilidad de conectar por videollamada con los contactos de la persona; jugar a juegos de cartas, de cálculo o de memoria, y promueve hacer ejercicios físicos, entre otras actividades.
Actualmente hay desplegado ya uno de estos robots en el domicilio de una persona mayor en Salamanca. Aunque, en principio, el robot está dirigido a domicilios donde reside una sola persona, también podría desplegarse en hogares con más residentes, ya que es capaz de discriminar hasta en un 87% entre las actividades que realiza cada residente, tal y como pudo comprobar uno de los investigadores en su hogar.
Observatorio experimental para la vida independiente de Castilla y León
En el segundo eje estratégico, el equipo de investigación de la UVa trabaja para resolver sus propias soluciones robóticas que ayuden a mejorar los desplazamientos de personas mayores o con movilidad reducida. “Nuestra idea es hacer un prototipo partiendo desde cero, que pudiéramos fabricar más adelante a través de un spin off intentando abaratar costes, ya que los robots comerciales son muy caros. También, estamos trabajando en el desarrollo de kits de bajo coste para convertir una silla de ruedas manual en eléctrica”.
El tercer eje que forma parte de este proyecto EIAROB es el desarrollo de un `Observatorio experimental para la vida independiente de Castilla y León´ en el que se evalúan las soluciones que hay en el mercado de la Robótica para facilitar la autonomía de las personas mayores o con dependencia en el hogar.
“La idea es probar estos robots con usuarios, ver las limitaciones que tienen y buscar posibles soluciones de mejora. Por ejemplo, hemos adquirido un robot que se utiliza para dar de comer a las personas sin movilidad en los brazos. Es un robot que tiene preprogramados una serie de movimientos para dar de comer, pero tiene algunas limitaciones, como son unos pulsadores para decirle que te dé de comer o que cambie de plato, pero si tienes falta de movilidad en los brazos no puedes accionar estos pulsadores. Como mejora estamos realizando unos sistemas de control mentoniano que monitoricen la cabeza por visión artificial mediante gestos, por ejemplo, que cuando la persona abra la boca el robot sea capaz de interpretar que quiere comer, y lo contrario”, comenta el director del proyecto EIAROB.
En este último eje, el equipo trabaja también para que el robot, a través de la imitación aprenda a manipular objetos: abrir una puerta o un frigorífico, coger un objeto, o dar de comer a una persona, con técnicas de inteligencia de artificial.
Además del profesor Eduardo Zalama, el equipo del proyecto EIAROB está formado por los profesores Jaime Gómez y Jaime Duque; por Sergio Merino, estudiante de Doctorado en Ingeniería Industrial; Miguel García, estudiante de Máster en Ingeniería Industrial; Celia Sánchez-Girón, estudiante de Máster en Ingeniería Biomédica; Álvaro Correa; investigador; y Álvaro Zamorano, estudiante de Ingeniería Electrónica Industrial y Automática.
