El Festival Olmedo Clásico, coorganizado por la UVa, celebra una nueva edición
Desde el pasado viernes y hasta el próximo 28 de julio, la villa de Olmedo celebra la decimoctava edición del Festival Olmedo Clásico, un evento que concita a los amantes del teatro organizado por la Universidad de Valladolid, el Ayuntamiento de la localidad, la Diputación de Valladolid y la Junta. Durante sus diez días de duración se pondrán en escena trece espectáculos, propuesta que se completa con las otras actividades que constituyen la esencia de Olmedo Clásico: las Jornadas sobre teatro clásico, coordinadas por la Universidad de Valladolid y que arrancan este lunes, y el Curso de análisis e interpretación actoral.
Las Jornadas, dirigidas por el catedrático de Literatura Española de la UVa Germán Vega, afrontan su decimoctava edición con los objetivos que han sido su razón de ser como parte indisociable del Festival: ayudar a entender a nuestros clásicos desde las claves de su época, analizar su vigencia actual en la investigación académica y en los escenarios o pantallas, contribuir a su difusión y proyectar su futuro.
Sus coordinadores son conscientes del papel que los encuentros de estas características han tenido como semillero y escuela de espectadores, cuando no de profesionales que han dedicado sus trayectorias a ese teatro. También han sido una baza notable para normalizar su presencia en la vida cultural de España. Cada vez se hace más evidente que esta ha tenido como uno de los trampolines principales los intercambios entre los responsables del estudio y los encargados de dar la verdadera vigencia a los clásicos en los escenarios.
Sin duda la relación entre ambos mundos se ha hecho mucho más fluida y fructífera en el transcurso de los últimos años. Una relación que ha redundado en beneficio de cada parte y, sobre todo, del conjunto. Este convencimiento motiva el tema central de estas Jornadas, cuyo título bromea con las tensiones entre ambos mundos que en ocasiones pueden asomar: «Y sin embargo, amigos: estudiar y representar a nuestros clásicos». En ello ponen el foco buena parte de la docena de sesiones programadas, entre diálogos, recitales y actuaciones en vivo, protagonizadas por más de cuarenta figuras relevantes en las diferentes facetas.
Facilitarán el tratamiento de estas cuestiones los espectáculos que pueden verse en las noches del Festival: La monja alférez, de Juan Ruiz de Alarcón, y La francesa Laura, de Lope de Vega. Ambos han sido posibles gracias a los primeros impulsos que en las bibliotecas y en las mesas de trabajo se dieron desde los ámbitos de la filología y las humanidades digitales. A esos montajes se dedican los correspondientes diálogos entre directores, actores, especialistas y espectadores.
En cada una de las tres tardes hay un espectáculo teatral, un recital y un concierto abiertos al público. En la central se ofrecerá Fuenteovejuna en sus versos esenciales, un nuevo montaje de palabra y música, producido por el Festival, que pretende propiciar el gusto y la comprensión del teatro clásico mediante la selección de los momentos memorables de algunas de sus obras maestras, interpretados por magníficos profesionales.
La entrada a las distintas sesiones es libre, aunque para obtener el diploma que acredite las 30 horas de que constan las Jornadas hay que inscribirse.
