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Wed Jan 22 10:07:14 CET 2025

“Un parque muy normal, porque lo normal es que todos podamos jugar”

El proyecto, presentado por Cecilia Díez el pasado mes de diciembre, ha despertado el interés del Ayuntamiento que se plantea la posibilidad de implantarlo en la ciudad

Cecilia Díez de Frutos, egresada de la Universidad de Valladolid, ha recibido el premio al mejor Trabajo Fin de Grado en los Premios ‘Valladolid, ciudad inteligente y climáticamente neutra’, por su trabajo “Un parque muy normal”, un innovador proyecto articulado en torno a la inclusión y la sostenibilidad y que representa un paso hacia una sociedad más equitativa y consciente de las necesidades de todos sus miembros.

El 16% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad según la Organización Mundial de la Salud; lo que se traduce en, aproximadamente, 1.300 millones de personas con discapacidad. Esta cifra debería ser imposible de ignorar a la hora de establecer los requerimientos de diseño de cualquier producto de gran alcance, sin embargo, actualmente siguen siendo demasiadas las barreras que estas personas encuentran en su día a día debido a un mal diseño. En este contexto, el diseño inclusivo es la piedra angular del Trabajo de Fin de Grado de Cecilia Diez, que propone un parque infantil adaptado pensado para que todos los niños, independientemente de sus capacidades, puedan disfrutar, socializar y desarrollarse a través del juego. “Mi objetivo principal era crear un espacio donde las barreras desaparezcan y los niños se sientan autosuficientes desde las primeras etapas de su vida. Es fundamental que los niños con discapacidad puedan disfrutar del juego y socializar con el resto de niños en espacios habilitados para todos”, explica Cecilia.

Bajo el lema “Un parque muy normal, porque lo normal es que todos podamos jugar”, el proyecto planteado por Cecilia aborda las necesidades de niños con movilidad reducida y discapacidad visual y garantiza la accesibilidad a través de elementos como pavimentos podotáctiles, rampas, columpios adaptados y paneles de juego inclusivos. El juego, en la etapa de desarrollo de un niño es un aspecto esencial, contribuyendo al desarrollo social, físico y sensorial de estos, reforzando su psicología e impulsando su imaginación. Por ello, el diseño propuesto por la egresada de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UVa fomenta no solo la participación de niños con discapacidad, sino también la interacción entre niños con y sin discapacidad, promoviendo la integración y la empatía desde la infancia. Cecilia también destaca la importancia de los colores, texturas y formas del parque, cuidadosamente seleccionados para estimular la creatividad y el aprendizaje a través del juego: “A través de las actividades que proponen los elementos del parque, se quiere aumentar la confianza del niño en sí mismo y la autoestima, además de normalizar la discapacidad desde las etapas más tempranas de la vida”.

Por otro lado, el diseño del parque tiene en cuenta la accesibilidad de los niños, pero también de los acompañantes ya que no se pretende que los pequeños sean totalmente autónomos. Más allá de las zonas de tránsito, en las que se deja, como mínimo, una distancia de 1,5 m entre elementos para que las personas que utilizan sillas de ruedas puedan moverse cómodamente; los juegos e infraestructuras están diseñados para que en todo momento quepa un adulto que ayude y apoye al niño. "Sería muy bonito contemplar este parque hecho realidad en Valladolid, mi ciudad, y ver a personas con diversidad funcional disfrutarlo, tanto a niños como a acompañantes. Me imagino a mi padre, que tiene movilidad reducida, pudiendo acompañar y acceder sin problema a un espacio público adaptado", explica ilusionada Cecilia. 

La sostenibilidad, como ya se adelantaba, es otro de los ejes angulares del proyecto. La egresada de la Escuela de Ingenierías Industriales propone el uso de materiales, en la medida de lo posible, reciclados y de módulos reutilizables, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Un diseño sostenible no solo beneficia al medio ambiente, sino también a las personas que lo utilizan. Crear un espacio donde los niños puedan aprender a cuidar su entorno mientras disfrutan es una manera de inculcar valores desde pequeños. La estructura del parque se basa en una economía circular, utilizando elementos modulares que pueden ser reparados o reemplazados fácilmente, prolongando su vida útil y reduciendo los desechos. El uso de energía renovable también juega un papel clave en el diseño del parque propuesto por Cecilia que plantea la incorporación de paneles solares para alimentar la iluminación y otros elementos interactivos del parque, subrayando que la innovación tecnológica puede ser una aliada en la creación de espacios inclusivos y sostenibles.

 

Una guía para diseñadores

El TFG de Cecilia no solo se limita al diseño del parque. Incluye también una guía detallada sobre cómo abordar proyectos inclusivos. “Este trabajo busca servir como referencia para otros diseñadores que deseen crear espacios accesibles y sostenibles. Es fundamental que entendamos la discapacidad no como una limitación, sino como una característica que puede integrarse en cualquier diseño”, afirma la autora. La guía abarca desde los principios básicos del diseño inclusivo hasta ejemplos prácticos de implementación, incluyendo el uso de materiales accesibles, la adaptación a diversas normativas y cómo involucrar a las comunidades en el proceso de creación.

 

Accede al trabajo completo.

Diseño final propuesto por Cecilia para su parque inclusivo
Diseño final propuesto por Cecilia para su parque inclusivo
Se han seleccionado este tipo de columpios dado que estos  pueden ser utilizados por un mayor número de usuarios, debido a sus grandes  dimensiones. Pueden usarse de forma individual o con más de un niño en su interior  y fomentan el juego colaborativo. En ellos también caben adultos.
Se han seleccionado este tipo de columpios dado que estos pueden ser utilizados por un mayor número de usuarios, debido a sus grandes dimensiones. Pueden usarse de forma individual o con más de un niño en su interior y fomentan el juego colaborativo. En ellos también caben adultos.
El tobogán cuenta con escaleras y rampa para que puedan subir también niños en silla de ruedas, y el ancho del tobogán es suficiente para que puedan tirarse dos personas juntas, incluido un adulto.
El tobogán cuenta con escaleras y rampa para que puedan subir también niños en silla de ruedas, y el ancho del tobogán es suficiente para que puedan tirarse dos personas juntas, incluido un adulto.