Una universidad a lo largo de toda la vida para combatir los cambios introducidos por la Inteligencia Artificial en el mercado laboral
El mercado de trabajo en los países desarrollados está cambiando sustancialmente como consecuencia del progreso tecnológico y la globalización. Se espera que en los próximos años estos cambios estructurales tengan aún más impacto, modificando todavía más las exigencias de los puestos de trabajo. Estas transformaciones, en consecuencia, deben repercutir en los conocimientos y competencias adquiridos por los estudiantes universitarios. Por tanto, se plantean también grandes desafíos para la educación y la formación, tanto en términos de formación formal y continua como de actualización y adaptación de habilidades.
Uno de los efectos más visibles y consolidados de la automatización a día de hoy es el descenso del empleo en trabajos altamente rutinarios; sin embargo, los robots están adquiriendo cada vez mayor sentido y destreza, lo que implica que cada vez se automatiza una gama más amplia de tareas. Un estudio reciente, publicado por las investigadoras de la UVa Helena Corrales-Herrero y Beatriz Rodríguez-Prado en la revista Research in Higher Education, estima que una parte sustancial de los recién graduados en España se encuentran en ocupaciones donde la digitalización ejerce efectos transformadores o destructivos. “Nuestro estudio se basa en una investigación previa desarrollada en Estados Unidos que concluía que el 47% de los empleos sufren un alto riesgo de automatización. Sin embargo, nosotras no nos hemos centrado únicamente en la destrucción de empleo como consecuencia de la automatización (digitalización destructiva), sino que hemos analizado también la transformación de los puestos de trabajo debido a los avances en la inteligencia artificial (digitalización transformativa). Esto nos lleva a datos mucho menos alarmantes. Por ejemplo, atendiendo a nuestros resultados solo alrededor del 15% de los recién graduados tienen actualmente trabajos con una alta probabilidad de ser reemplazados por máquinas en los próximos 10-20 años, en contraste con el 47% que estimaron en EEUU”, aclaran las investigadoras.
Otra diferencia sustancial respecto al estudio previo en Estados Unidos es el público objetivo: las investigadoras de la UVa se centran únicamente en recién graduados, lo que hace que el riesgo sea menor en comparación con el mercado laboral completo. “Encontramos que la automatización afecta principalmente a trabajos rutinarios y que exigen menor cualificación. Por ello los egresados universitarios, con altos niveles de especialización, se ven menos afectados por la automatización. Sin embargo, los puestos muy especializados se ven más afectados por la transformación que implica los avances en la IA, lo que exige a los jóvenes una actualización constante, si no, muy rápidamente se quedan desfasados respecto a las exigencias del mercado”, explican Helena y Beatriz.
Para resolver qué ocupaciones de graduados están más amenazadas por la automatización y por los avances en la IA, qué conjuntos de habilidades y capacidades y qué características educativas específicas hacen que los graduados sean menos vulnerables a la digitalización, las investigadoras han mapeado las ocupaciones de recién graduados, las han dividido en cuatro grupos tecnológicos según los riesgos de transformación y automatización y han caracterizado los cuatro grupos identificados en la primera etapa de acuerdo con las habilidades y capacidades asociadas. Los resultados que han encontrado son:
- El 19% de los recién graduados universitarios trabajan en ocupaciones que se agrupan en el grupo ‘Terreno Humano’. Se trata de puestos de trabajo con baja vulnerabilidad a la digitalización ya que las tareas en estos puestos actualmente no pueden ser realizadas por máquinas.
- El grupo ‘Estrellas en ascenso’ representa el 32.4% del empleo de los recién graduados y estos puestos de trabajo se caracterizan por una alta digitalización transformadora y un bajo riesgo de automatización. Estas ocupaciones se enfrentan a cambios significativos que afectan a los requisitos de habilidades. Los graduados que trabajan en estas ocupaciones necesitarán un alto nivel de flexibilidad para poder adaptarse a los cambios rápidos en sus ocupaciones y también es importante que se mantengan actualizados para no ser desplazados por otros trabajadores.
- El ‘Grupo en colapso’, conformado por el 33.5% de los recién graduados, presenta altos efectos destructivos y bajos efectos transformadores. Para estas ocupaciones, la automatización es total y estos trabajos desaparecerán para los trabajadores humanos.
- El 15% de los recién egresados se encuadran en el grupo ‘Terreno de las máquinas’. Estos puestos de trabajo se caracterizan por un alto impacto transformador y destructivo de la digitalización. Las transformaciones en el contenido laboral de estas ocupaciones hacen que los trabajadores humanos queden obsoletos, de tal modo que serán menos necesarios.
Este análisis revela que la mayor parte de los graduados recientes tienen ocupaciones que caen dentro de los grupos en Estrellas en Ascenso o Colapso. Por lo tanto, enfrentan altos niveles de digitalización transformadora o se ven más afectados por la automatización. “Es importante tener en cuenta que muchos de los egresados del grupo de colapso se encuentran en este grupo porque están desempeñando empleos que nada tienen que ver con sus estudios. Esta es otra consecuencia del desajuste educativo, junto con salarios más bajos, carreras más precarias o depreciación de las habilidades. Los graduados sobreeducados corren un mayor riesgo de ser reemplazados por máquinas”, contextualiza Helena Corrales.
La elección del campo de estudio tiene implicaciones importantes, y campos como las ciencias de la salud, la agricultura o la ingeniería, la fabricación y la construcción están asociados con ocupaciones menos vulnerables. Sin embargo, independientemente del campo de estudio resulta clave la formación a lo largo de toda la vida con formatos como las microcredenciales o los cursos de especialización.
Por otro lado, las soft skills o habilidades blandas se posicionan como fundamentales, ya que de momento parece muy difícil que puedan ser reemplazadas por la IA. Entre estas habilidades encontramos la capacidad de diálogo, de liderazgo, la sociabilización… En este mismo contexto, aparecen otros factores asociados a la formación académica como son la formación práctica, la formación en idiomas, la internacionalización… que mejoran la posición de los graduados permitiéndoles trabajar en ocupaciones menos expuestas a la digitalización, y que por tanto deben recibir un amplio respaldo por parte de las universidades. “La experiencia práctica y el conocimiento de otros idiomas pueden frenar el riesgo de digitalización al reducir la probabilidad de estar en el grupo más vulnerable y aumentar la probabilidad de estar en el grupo de las estrellas emergentes. Haber estudiado en el extranjero aumenta la probabilidad de estar en ambos grupos. El único factor que no mejora las posibilidades de estar en grupos menos expuestos a la digitalización son las habilidades en TIC. Esto sugiere que en el mundo digital en el que vivimos, tales habilidades ya se dan por sentadas y se dan por sentados los conocimientos básicos”, explica Beatriz.
Teniendo en cuenta todo esto, parece necesaria una transformación profunda en la educación universitaria para adaptarse a las exigencias de un mercado laboral marcado por la digitalización y la automatización. Las universidades deben apostar por titulaciones altamente especializadas, formación práctica y continua a lo largo de toda la vida, y el desarrollo de habilidades transversales como las soft skills, que son fundamentales para mantener la competitividad de los egresados. La educación superior no solo debe responder al presente, sino anticiparse al impacto de la transformación digital para garantizar que los graduados encuentren su lugar en un entorno en constante evolución.
Corrales-Herrero, H., Rodríguez-Prado, B. Mapping the Occupations of Recent Graduates. The Role of Academic Background in the Digital Era. Res High Educ 65, 1853–1882 (2024). https://doi.org/10.1007/s11162-024-09816-4