La UVa se compromete con la divulgación inclusiva a través de Capaciénciate
Más de 40 personas con discapacidad mental o intelectual han participado en Capaciénciate, una propuesta de la Universidad de Valladolid que desde 2018 promueve el acceso inclusivo a la ciencia para personas con discapacidad a través de la divulgación científica. Coordinado por el Servicio de Asuntos Sociales y la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I), el programa ha vuelto a desarrollarse con dos actividades específicas en Palencia y Valladolid, diseñadas para acercar el conocimiento científico generado en ambos campus a usuarios de la Fundación Personas Palencia – Aspanis y El Puente Salud Mental, de Valladolid.
La primera actividad, titulada ¿Qué nos podemos encontrar en el monte?, tuvo lugar en la Fundación Personas Palencia – Aspanis el 15 de julio. La sesión, conducida por Celia Herrero de Aza e Irene Ruano, de las áreas de Edafología y Química Agrícola y de Producción Vegetal respectivamente, propuso un recorrido sensorial por los elementos del entorno forestal. Ruano mostró sistemas de datación de árboles contando los anillos de crecimiento y parte de sus investigaciones desarrolladas para la reforestación y gestión sostenible de bosques. Mientras, Herrero de Aza enseñó a diferenciar diferentes setas que se pueden encontrar en el monte y cómo algunas pueden contribuir al desarrollo de nuevos fármacos. Esta diversidad de especies de setas que hay en el suelo y su potencialidad se explicó gracias a una investigación en la que participó.
El día 16, la Asociación El Puente Salud Mental, en Valladolid, acogió la charla Periodismo, desinformación y discapacidad, impartida por Rosa Masegosa, del área de Periodismo, quien abordó los riesgos de la infoxicación y la importancia de la alfabetización mediática. Masegosa desarrolla actualmente su investigación en el ámbito de la comunicación institucional.
Valoración
Las tres ponentes han coincidido en destacar la importancia de acercar a todo el mundo la labor investigadora, especialmente a colectivos que enfrentan barreras estructurales. “Toda la sociedad debe ser partícipe de lo que se está descubriendo en la ciencia, porque además es un deber del servicio público dar a conocer nuestros quehaceres. En este sentido, la sociedad la conformamos todo tipo de personas y debemos llegar a todos los niveles, desde los más pequeños hasta los más adultos, pasando por todo tipo de personas que tienen distintas capacidades”, expresa Herrero de Aza. Ruano, por su parte, recalca que “las instituciones públicas como la UVa tienen responsabilidades que van más allá de una acción de comunicación; deben generar responsabilidades transversales como la integración”. Para Masegosa, “estos talleres han sido una muestra de ello”.
Esta vocación inclusiva se tradujo en el modo en que cada actividad fue planteada. “La clave ha sido escuchar, conectar y construir el conocimiento con ellos, no para ellos”, comenta Masegosa sobre su taller periodístico. En el caso de la sesión sobre el monte, Ruano explica que buena parte de la adaptación ocurrió en el momento, “no es lo mismo un grupo que tiene conexión con el mundo rural que un grupo muy urbano”. En este caso, ayudó mucho saber que el grupo tenía un fuerte vínculo con el ámbito rural, “por lo que pudimos conectar con su pasado, con sus experiencias previas y con sus expectativas para futuros paseos que se den por el bosque”, incide Herrero de Aza. Además, ambas investigadoras recrearon las vestimentas del trabajo investigador, una con bata y otra vestida con ropa de campo. En el caso del taller sobre desinformación, se proporcionó al público un decálogo para evitar caer en bulos o, al menos, no propagarlos.
En cuanto al grado de satisfacción, las tres ponentes coincidieron en que las sesiones fueron emocionantes personal y profesionalmente. El público también mostró gran receptividad, consultando constantemente a las investigadoras sobre los aspectos abordados en los talleres.



