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La profesora de Historia de la UVa Margarita Torremocha presenta su libro “La cárcel de mujeres en el Antiguo Régimen”

La investigadora relata la creación de las cárceles de mujeres o galeras en el s.XVII y especialmente de la Galera de la Chancillería de Valladolid

Margarita Torremocha, profesora del Departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, ha presentado este martes, 17 de diciembre, su libro “Cárcel de mujeres en el Antiguo Régimen” (Editorial Dykinson) en la Biblioteca Reina Sofía de la UVa (calle Chancillería).

El libro relata la historia de las cárceles de mujeres o galeras, término que acuñó Magdalena de San Jerónimo en 1608, mujer muy bien relacionada en la Corte que había trabajado con prostitutas para las que fundó la Casa de las Arrepentidas, y a quien Felipe III encargó hacer un informe sobre mujeres vagas y maleantes en el que proponía, entre otras medidas, que las mujeres que hubieran delinquido cumplieran sus penas separadas de los hombres.

Durante los siglos XVII y XVIII y hasta las Cortes de Cádiz de 1812, los hombres sólo permanecían en la cárcel en custodia, hasta que el juez dictaba sentencia, y si les imponía una pena solían ser castigados con trabajos forzados, enviados a galeras, etcétera. De ahí que el término que se dio a las cárceles para que las mujeres cumplieran condena recibieran el mismo nombre.

Valladolid contaba entonces además de la cárcel de la Chancillería, a la que se vinculó la Galera de Mujeres, la cárcel de la ciudad, la militar, la inquisitorial y la que tenía la propia Universidad de Valladolid. Uno de los problemas a los que tuvo que enfrentarse esta Galera fue la escasez de recursos que contaba para su mantenimiento, sosteniéndose con las penas de Cámara y con una tasa de cuatro maravedíes sobre las entradas a las representaciones del Patio de Comedias, que impuso el Rey a instancias de la fundadora de la Casa de las Arrepentidas.

La Galera de la Chancillería se situó en un primer momento en un edificio de la calle Galera junto a El Salvador, trasladándose posteriormente a la calle San Lorenzo al lado de la iglesia del mismo nombre.

El libro recoge también lo que supuso el nacimiento de las Galeras en la organización posterior del sistema penitenciario español y el cumplimiento de las penas de los hombres en prisión. Además, y gracias a los estudios realizados a finales del siglo XVIII por los alcaldes del Crimen, González Yebra y de Pereira, sobre la situación de las mujeres en las Galeras, hoy conocemos algo mejor su vida cotidiana en la cárcel (su alimentación, vestido, etcétera), o aspectos tan novedosos como que los las presas solo podían ser registradas por mujeres, o el derecho de que las asistieran parteras en la cárcel, a recibir correo, etcétera. Por último, el libro se detiene también en los delitos sobre los que se imponían Galeras a las mujeres, generalmente por delitos contra la moral sexual o contra la propiedad.

El texto se estructura en seis capítulos: La cárcel en el Antiguo Régimen; La reclusión femenina en la Edad Moderna; El origen de las Galeras; Las Galeras y el Reformismo Ilustrado en materia penitencia; La Norma en la vida penitenciaria; y La historia `vivida´ en la Galera de Valladolid: un punto de partida y un ejemplo concreto. E incluye como documentos adjuntos: La Instrucción de González Yebra, el Régimen y Gobierno que tienen las mujeres de la Galera de esta Corte de Madrid, y Las Ordenanzas de Marcelino Pereira.

Margarita Torremocha
La profesora Margarita Torremocha en la Facultad de Filosofía y Letras donde imparte clases de Historia con el libro sobre las cárceles de mujeres que acaba de publicar