Una investigación de la UVa sobre interacciones entre moléculas, portada de la revista The Journal of Organic Chemistry
La portada de la última edición de la revista norteamericana The Journal of Organic Chemistry refleja una imagen de un pulpo, uno de cuyos tentáculos sostiene un globo (fullereno) y otro un submarino, que simbolizan las novelas de “Cinco semanas en globo” y “Veinte mil leguas de viaje submarino” de Julio Verne. Con esta imagen alegórica los investigadores de la Universidad de Valladolid han querido aludir a una nueva molécula que han ideado y cuya función es actuar a modo una pinza molecular para que puedan desarrollar ciertas funciones y depositar un fullereno para conseguir por ejemplo superficies muy homogéneas en determinado equipamiento electrónico como las células solares. Por esta investigación, liderada por el profesor titular de Química Inorgánica Celedonio Alvarez González, han conseguido ser portada de la última edición de la prestigiosa revista del ámbito de la Química, situada en el selecto 25 por ciento de las mejores de su campo en el mundo.
“En la portada hacemos alusión a los ocho brazos de este compuesto. El pulpo se encuentra entre el agua y el aire, haciendo que la parte de arriba se comporte diferente a la de abajo, como le pasa a la molécula. En cada parte puede coger a un fullereno como una pinza con cuatro de sus brazos”, explica Celedonio Alvarez González, que junto a los investigadores Sergio Ferrero, Héctor Barbero, Daniel Miguel, Raúl García-Rodríguez, han sido los autores del artículo científico publicado en The Journal of Organic Chemistry. “Conseguir que te publiquen en esta revista –continúa- ya es un logro, pero además que nos soliciten ser protagonistas de la portada es algo muy destacable para nuestras investigaciones”.
El artículo se centra en la química supramolecular, es decir, el estudio de las interacciones entre moléculas. En este caso concreto, se ha sintetizado una novedosa porfirina funcionalizada con ocho brazos (de ahí lo del pulpo de la portada) que tienen en sus extremos un coranuleno.
“La idea es que estas interacciones supramoleculares suelen ser más débiles que las covalentes, cuya función es que puedan romperse y liberar cierto compuesto químico a voluntad. Esta es la base de, por ejemplo, la liberación de ciertos fármacos en una zona concreta del cuerpo o en un tipo de célula en concreto. También se puede utilizar para depositar de forma muy controlada un compuesto para generar superficies muy homogéneas en determinado equipamiento electrónico como células solares, por ejemplo. Lo que ocurre es que al coger un fullereno en una de sus caras las características de la otra cambian”, concluye el investigador de la UVa