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Fri May 23 10:31:55 CEST 2025

Una investigación en la ETS de Ingenierías Agrarias de Palencia halla múltiples beneficios en el falso dragón, una planta endémica de Castilla y León

Mario Cano Pérez desarrolla su trabajo fin de grado sobre caracterización, valorización y conservación de esta planta, única en el mundo, que solo crece en Sierra de Gredos y en la Sierra de La Serrota (Ávila)
Este trabajo se desarrolla bajo la dirección de la doctora Eva Sánchez Hernández, del GIR TADRUS en el campus palentino, quien inició esta investigación, que ha dado como resultado beneficios inesperados de interés para la industria y que podrían ayudar a su conservación

Mario Cano Pérez, alumno del doble grado de Ingeniería Agrícola y del Medio Rural e Ingeniería Forestal y del Medio Natural en la Escuela de Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, se encuentra inmerso en su trabajo fin de grado, que le ha llevado a la caracterización, valorarización y la conservación de una planta endémica de Avila, el falso dragón (Pseudomisopates rivas-martinezii). Relata que comenzó este trabajo bajo el paraguas del grupo de investigación TADRUS, en el que la doctora Eva Sánchez Hernández y el catedrático Pablo Martín Ramos iniciaron su estudio en 2024. La colaboración ha sido beneficiosa, ya que han conseguido resultados sorprendentes, “no nos los esperábamos”, indica Mario Cano. Han descubierto que contiene tres de aminoácidos esenciales (histidina, triptófano y fenilalanina), que el ser humano no sintetiza pero tiene que ingerirlos, además de una cantidad pequeña de arsénico. Entre sus utilidades, destaca su uso frente a un patógeno del suelo, en cuyo estudio, centrado en un tipo de árbol, el aliso, han observado resultados muy positivos.

El interés de Eva Sánchez por esta planta fue casual, tras la lectura de una publicación, y que tomó forma como proyecto de investigación en 2024 gracias a una ayuda de la institución Gran Duque de Alba en colaboración con la Diputación de Ávila, con el fin de dar valor a esta planta endémica de la comunidad autónoma.  El año pasado, la investigadora del campus palentino inició este trabajo para conocer dónde exactamente se encontraba, sus condiciones y recogida de muestras, y a partir de ahí estudiaron todo lo que han podido de la planta, tanto a nivel químico, como antimicrobiano y metagenómico, es decir los microorganismos que se encuentran en el suelo. Su objetivo es además de salvar una planta que está en peligro de extinción, incluida en el Libro Rojo de especies amenazadas de España, a través de su puesta en valor. Y en este contexto, entra en escena Mario Cano que con su trabajo fin de grado ha ido más allá de un “simple TFG” y está preparando un plan de conservación y recuperación de esta planta endémica.

Muchos beneficios y protectora contra patógenos

El primer paso fue su localización, iniciado por Eva Sánchez con la ayuda de la doctora del CSIC María Elena Amat, quien en 2014 desarrolló los primeros estudios de esta planta en su tesis doctoral. “María Elena se sorprendió del cambio en el paisaje en estos diez años, aunque en La Serrota está bien conservado, la situación del falso dragón en Gredos es muy mala, ya que ha sido sustituido por el piornal”, relata Eva Sánchez. Tras coger muestras de la planta, se hizo una caracterización y tras ello, una valorización, para ver qué beneficios se podría obtener y su utilidad para la industria. Además, esos extractos han sido analizados como una posibilidad antimicrobiana y uso como fitosanitario natural.

Lo que han descubierto es que esta planta tiene tres aminoácidos esenciales (histidina, triptófano, fenilalanina), que no los podemos sintetizar sino que tenemos que ingerirlos a través de los alimentos, y que pueden ser de gran interés en la industria farmacéutica. ´También hemos encontrado una cantidad de arsénico, que podría se muy útil para la captación de arsénico de las aguas no potables de la zona. Y ahora estamos haciendo estudios complementarios para saber cuánto arsénico puede absorber y su utilidad en biorremediación”. A nivel antimocribiano, lo hemos estudiado ante un patógeno del suelo, junto el grupo de investigación que dirige Julio Díez Casero, también en la ETS de Ingenierías Agrarias. En concreto, se ha investigado en un tipo de árbol de ribera, el aliso (Alnus glutionosa), y han observado su efectividad y protección.  Sus resultados, según explican, son bastante favorables, ya que podría tener interés en su uso como fitosanitario natural.

Plan de conservación

“Estamos trabajando en la introducción de esta planta, de la misma forma que se hace con animales como el lince, para generar nuevas poblaciones”, explica Mario Cano. En concreto, este plan de recuperación se centra en una zona concreta de la Sierra de La Serrota, en donde actualmente no se da el falso dragón. De hecho, en este trabajo utilizan resultados de las primeras investigaciones que desarrolló María Elena Amat, en las que observó que esta planta lograba germinar gracias a las cenizas tras un incendio. Aunque la ayuda financiera finaliza este mes de julio, el objetivo es darle continuidad e implementar el plan de conservación, aunque a expensas del apoyo de las instituciones o las industrias de fitosanitarios.

El plan que plantea Mario Cano en su trabajo es la introducción de la planta en una zona concreta de la sierra de La Serrota, donde actualmente no se da, pero no muy distante de una zona con población. “Allí se haría una quema prescrita y totalmente controlada en una zona para después diseminar las semillas de poblaciones de Gredos y La Serrota, para entremezclar la genética de ambas, ya que hay estudios que hablan de diferencias. Así se mejoraría la calidad de la planta”.

“Si vemos que este plan funciona y obtenemos nuevas poblaciones, se podría replicar en otros lugares”. De todas formas, remarca la importancia de no sólo desarrollar el plan de recuperación sino de hacer un seguimiento y mantenimiento. Ambos creen que los beneficios obtenidos de esta planta pueden ayudar a dar ese interés económico, lo que puede garantizar su conservación.

Una planta endémica de difícil germinación

Pero, ¿de qué viene ese interés por esta planta? Se trata de una planta endémica de Castilla y León, ya que únicamente se da en ciertas zonas de las sierras de Gredos y La Serrota, en la provincia de Ávila, pero que es muy desconocida entre la población. Se encuentra entre 1300 a 2000 metros sobre el nivel del mar; se distribuye sobre todo en las caras sur de ambas sierras abulenses y mide en torno a 30 a 40 centímetros de altura. Es una planta que en invierno, desaparece, mientras en primavera vuelve para dar en verano una flor morada. Lo que destaca es que la raíz tiene mucha extensión y va generando un entramado de raíces en horizontal. Aunque es viable en otros territorios e incluso en presierras, tiene muchos problemas para expandirse y colonizar nuevos terrenos, a lo que hay que añadir la mala y poca cantidad de polen, de ahí su carácter endémico. Otro de los problemas es su mala germinación, ya que cuesta que lleguen esas semillas al suelo y cuando lo hacen encuentran complicaciones para desarrollarse.

Pero también tiene problemas en la naturaleza, sobre todo con otras especies, en concreto con el piornal, una planta autóctona pero que no tiene tantos problemas como el falso dragón. Además, se enfrentan a los herbívoros, sobre todo las cabras, que eligen como alimento, sobre todo en verano, preferentemente al falso dragón, cuyas flores y hojas son más tiernas, frente al piornal.

La planta está incluida en el Libro Rojo de especies amenazadas de España, y se encuentra en periodo crítico, por lo que Mario Cano explica que necesita de nuestra ayuda. Indica que además de sus propias características, ha sufrido una presión muy grande de la otra especie con la que convive, el piornal, que se une a los cambios sufridos en nuestra relación con la montaña. “Tradicionalmente la montaña era utilizada, y el piornal tenía muy poco espacio, lo que permitía un mayor desarrollo al falso dragón, pero ha pasado a convertirse en un lugar estético y de ocio. Este cambio ha permitido al piornal colonizar nuevas áreas, en detrimento del Pseudomisopates Rivas-marinezii”, añade.

Eva Sánchez Hernández y Mario Cano Pérez, en las instalaciones de la ETS de Ingenierías Agrarias en el Campus de La Yutera en Palencia
Eva Sánchez Hernández y Mario Cano Pérez, en las instalaciones de la ETS de Ingenierías Agrarias en el Campus de La Yutera en Palencia